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Monday, January 11, 2010

Capítulo 11: ¿Emocionada, o Preocupada?

¡Ay, qué sueño tuve! Soñé que Joe me quería besar… ¡qué tontería! ¿No? Yo y Joe. Ese no se fija en chicas como yo, sino en huecas y perfectas, como Ella. La recuerdan, ¿o no? La EX de Joe. Y la que llora, o mejor dicho lloraba a mares por su rompimiento. Hecho del cual yo estaba emocionada.
Cambiando de tema. Hoy mi hermana, Becky, llega de su viaje de cómo dos o casi tres meses. Y llega con sus amigas, y también mis amigas: Carla y Samantha.
Son mellizas, y después se quedarán a dormir en mi casa y yo me voy a quedar con ellas. Las extrañé demasiado. En todo caso Sammie es como mi gemela perdida. Somos tan parecidas en muchos sentidos de personalidad, y pocos del físico.
Clara es más como Becky. Pero me llevo muy bien con ella también. Ellas son menores que yo por un año, y son demasiado, pero demasiado simpáticas.
A pesar de lo bueno, recién a mi mente vino la imagen de Joe. ¡Él me confunde! ¡No sé si le gusto, no sé si se pone celoso, no sé nada de él, ya que es como un misterio que me deja demasiado confundida!
Hoy es sábado, y con suerte no me castigaron. Ya que casi siempre me castigan y tengo q venir los sábados.
- ¡QUIERO IR AL MALL! –escuché a alguien gritar. Suena como una niña, chillona, que me solía desesperar… ¡ups! ¡Es mi hermana!
- Be-be-be-be-be… -dijo mi hermano con tono de “no puede ser, mi peor pesadilla ha vuelto”.
- Becky –continué. Estaba emocionada pero a la vez no. Ahora volverían los rasguños con sus garras y las peleas por el control de la tv.

Wednesday, January 6, 2010

Capítulo 10: Fiesta de Pijamas

Mi hermano y Joe… más Calvin, van a inventar algo, mientras yo me termino de tomar mi limonada fresca con hielo picado, mm…. Está rica.
- Clay, no seas así. –me dijo mi hermano.
- ¿Así cómo, Anthony? –le dije poniéndole furioso haciendo que mi limonada en este día de calor se viera más rica.
- ¿Me das? –me dijo sediento y suplicando, pero sabía que tenía una para él en el refrigerador, entonces no me preocupo.
- Déjame ver… -y me tomé rápidamente la limonada hasta que se me helaron los pensamientos. -¡Ups! Ya no queda, perdón.
Después hice una mueca, ya que en serio me dolía la cabeza por lo frío. Y sigue…
No me debí haber tomado esa limonada así de rápido, ¿por qué hay veces que hago cosas sin pensarlas antes? Esto hay que mejorar. Suerte que es Sábado y no me voy a juntar con nadie… ¡Me había olvidado! Hoy tengo la fiesta de pijamas que tenemos todos los Sábados por la noche, pero esta vez es en mi casa y comienza a las 18.30 hrs. ¿Qué me pondré? Sé que suena raro ya que es de solo chicas, pero mi hermano invitó a Joe a quedarse, ojalá que no a Calvin.
Ya habían terminado las clases… de hoy. Y ahora estoy esperando a mis amigas, y quiero también ver a Joe, por eso ahora en el baño me estoy tardando horas para saber qué peinado me queda mejor.
“Din, don” ¡El timbre! Bajando las escaleras, vi que mi hermano estaba abriendo la puerta. Y como la escalera está al lado de la puerta principal, cuando tropecé pensando en él, caí encima de él.
Nos miramos fijamente hasta que hablé:
- Gracias. Qué… atento. –dije, todavía mirándolo en los ojos.
- Amm… de nada. –me dijo mirándome, o eso suponía yo, directamente a los ojos.
- Lamento interrumpirlos, pero Joe, nos tenemos que ir. –interrumpió este momento tan romántico mi querido hermano. Hay veces que lo odio, tal y como esta.
- Sí. –Joe me dejó de pie en la alfombra, y me saludó con un beso en la mejilla. –Nos vemos, Claire. –y me quiñó el ojo, y yo simplemente sonreí.
Mi hermano me miró extrañado, y yo le respondí modulando un “¿qué?”. Y justo sonó el timbre otra vez.
- ¡Yo abro! –grité, ya que todavía estaba en la puerta. –¡Hola! ¿Cómo están? Pasen, ¡les tengo que contar muchas cosas!
- ¿En serio? –dijo María.
- Mike, verdad. –dijo Lau.
Y Sel y yo solo reíamos.
Subimos las escaleras, y estábamos viendo por la ventana de mi habitación. Todas reíamos y me empezaron a insistir que les contara lo que había pasado con Mike, o mejor dicho: Joe.
- Miren.
- ¡Escuchen! Clay nos va a contar algo interesante. –dijo María con voz misteriosa.
- Esto pasó: Yo me estaba arreglando y sentí sonar el timbre. Justo estaba lista y bajé a abrir la puerta como de costumbre. Anthony, estaba abriendo la puerta y yo, por solamente pensar en Mike…
- ¿Mike? –preguntó Joe desde la puerta de mi habitación. -¿Quién es Mike?
- ¿Celoso, Joe? –dijo Selina.
- No, es que… no conozco a nin…ningún Mike.
- Amm… Joe, no es nadie que conozcas, es un chico… -iba a continuar pero Lau me interrumpió.
- Guapo, alto, de cabello café muy oscuro, ojos claros, como verdes.
- Sí, verdes. –dijo Selina, continuando el juego.
- ¡Joe! ¿Dónde estás? –gritó mi hermano.
- Anda con tu novia Joe. –dijo María, y todas comenzamos a reír.
Joe se fue, no tenía nada que hacer allí escuchando conversaciones ajenas. Eso me molestó obviamente, y debo agradecer a mis amigas por mentir sobre Mike.
- Gracias, ¡las quiero!
- No te preocupes. –me dijo Selina. Y todas hicimos un abrazo grupal.
Otra vez sonó el timbre, pero eran mis papás. ¡Qué bueno que no eran los de Joe! Pero me preocupa que no es el de la pizza todavía. ¿Se la habrán comido Anthony y Joe? Voy a ver.
- Voy a ver si llegó la pizza, ¿ok?
- Yo voy contigo. –me dijo Selina. Hmm… extraño.
Bajamos, pero al llegar me di cuenta de que estaba en pijama y que mi hermano y Joe también, y que Sel también. Todos nos sonrojamos cuando descubrimos aquel misterio.
Sel no le quitaba la vista de encima a Tony, es el sobrenombre que le pongo a mi hermano, y Tony fingía que no pasaba nada. Pero yo me reía.
Fui a la cocina donde se encontraban, y Sel solamente se quedo en la puerta esperándome. Abrí el refrigerador, y había mucha comida, pero la mayoría de las manzanas que mamá las deja allí, estaban mordidas, supongo que por Tony.
- Tony, ¡qué asco! –dije señalando la manzana.
- Solo guárdala. Además yo no te digo nada sobre la sopa que vo…
- Ok, está bien. Pero no me humilles. –interrumpí rápidamente. Joe solo reía. ¿Por qué a todos les gustan las peleas entre hermanos? Es que, no es divertido.
Saqué la crema con frutillas para llevarlas arriba, ya que en realidad, sí se habían comido la pizza.
- Tony esa pizza… era mía, con mis amigas. Y… no quiero comer solamente frutillas con crema, o mejor dicho crema con frutillas, ya que alguien ya se comió cinco frutillas. –dije mirando sospechosamente a mi hermano.
- ¿Qué? Y… ok, sí, fui yo. Pero ¿qué? ¿Las contaste? –dijo mirándome raro, pero es verdad, sí soy rara. Contar frutillas, eso es demasiado.
Tanto pensar me dio hambre y comencé a comer crema con frutillas. Después iba subiendo las escaleras con Sel, pero sentí pasos a tras mío.
- Claire. –me susurró.
- ¿Joe?
- Shh… habla más bajo. Tony piensa que estoy en el baño.
- Oh, ok.
- Tienes crema en la esquina de… tu labio inferior.
- Oh, gracias. –dije extrañada. Solo es crema, me la voy a quitar con la mano. Me la iba a quitar pero Joe me dijo que no, y me corrió la mano.
- Me gustaría probar. –me dijo. ¿Probar? ¿Probar qué?
- Amm… ¿Probar? –dije, pero al segundo se me acercó más que antes. No sabía qué hacer, entonces, otra vez entré en crisis de nervios. –me voy. Perdón, pero… mis amigas, y la fiesta de pijamas.
No me quería ir, pero los nervios siempre me comen en el mejor momento. Dentro de mí había una Mini-Mi que estaba enojada conmigo y otra que saltaba de felicidad por haber estado cerca de…un segundo, ¿Joe me iba a besar? Entonces… ¡QUÉ TONTA SOY DE HUIR! Pero verá que soy difícil, ¡MUAHAHAHA!
De repente todas me miraban, solo dije:
- ¿Qué? –haciéndome la loca.

Capítulo 9: El Chisme

Estaba en el patio de mi casa y llega Joe. Se me acercaba lentamente vestido con una camisa verde y unos jeans azul oscuro. Yo estaba con un vestido corto, no pasaba mis rodillas, y era blanco con tres flores en la cintura, y un lazo azul en mi cabeza.
Llegamos a un punto de acercamiento que su cara rozaba la mía y, por lo menos yo, sentía mariposas horrendas en mi estómago, cosa que me daba ganas de vomitar. Estuvimos cerca del beso pero…

“PI, PI, PI”, sonaba mi despertador. Que horror. No puedo creer que un estúpido despertador me despertara –“Ese es su deber, Claire” –lo sé. –bueno, y me despertara de un sueño genial con Joe.
- Claire… ¿con quién peleas? –me preguntó mi hermano, mientras me veía muerto de risa ya que tenía baba en mi mejilla.
- Con nadie, ¿por? ¿Por qué te metes tanto en mi vida, o en la vida ajena? Que no hayas podido superar tu ruptura no es tema mío, y si escuchaba tus conversaciones…. Bueno… yo… yo era muy pequeña entonces.
- Ja…ja.
- Te quiero hermano… -y le tiré un beso. Siempre que hago eso se va, entonces por eso lo hice.
Hoy me iba caminando al colegio, ya que el auto de mamá se descompuso y papá salió con el otro al trabajo.
Las opciones eran: irse caminando, o en micro. Decidí caminar. Así disfrutaría el hermoso paisaje de ida al colegio. ¡Por favor! ¡Ya me cansé! ¡No lo soporto!
- Claire.
- ¿Sí, hermano?
- ¿Por qué siempre le gritas al aire?
- No le he gritado. –eso yo pensaba, pero lo último tal parece que sí lo grité. Solo la parte de “¡No lo soporto!”
Ya llegamos por fin al colegio, ya no más caminata.
Entramos y casi todos me miraban. Yo solo fingía que nada había sucedido, por lo menos eso es lo que yo creo. ¿Qué habré hecho? También la mayoría murmuraba, y más de una vez escuché mi nombre o mi sobrenombre.
- Claire, Claire. –alguien murmuraba. Oh, era María.
- ¿Qué pasa?
- ¿Supiste?
- ¿Saber qué?
- Lo que acaban de inventar sobre ti.
- Ay no. ¿Qué es lo que inventaron? –estaba demasiado preocupada. No sabía que hacer. Ni siquiera sabía lo que había hecho.
Dios, no quieren ni saber. Inventaron una tontería. María me contó todo, y no es muy bueno.
Con razón todos me miraban, es decir, si no lo hubieran inventado nadie me miraría. Que estupidez. Les diré lo que inventaron:
Alguien le dijo a Marina, que le dijo a alguien que no conozco, que le dijo a otro y que le dijo a Laura que le dijo a María que me dijo, que inventaron que yo tenía una relación secreta con Calvin y que Joe la había descubierto y me había besado con él. No puedo creer que hayan inventado cosa tan fea. Aunque la parte de que me haya besado con Joe me encanta. Pero igual es un chisme, y horrendo en realidad. ¿Yo… y…Calvin? Estoy a punto de vomitar. Tal vez muchas chicas estén celosas de que haya besado a Joe, pero me encuentran una fresca por tener una supuesta relación con Calvin y haber besado a Joe. ¡Qué cosa más confusa!
Joe y Calvin iban conversando y caminando juntos, pero iban serios y de vez en cuando se reían. Y después pararon en frente de mí.
- Claire… -antes de que terminaran los interrumpí.
- Si es sobre el rumor de nuestro triángulo amoroso, yo no lo inventé. –dije negando con la cabeza.
- Si sabemos. Pero ¿Quién? –se preguntó Calvin.
- ¿Qué nos ves? ¿Cara de adivinador? –cuando dije eso Joe se empezó a reír, bueno una pequeña risa le salió.
- ¡No te rías Joe! Esto es serio.
- Pff, serio. Si fuera serio, no nos estaríamos riendo.
- Es verdad. –afirmó Joe. –Calvin, ¿Qué quieres? A mí me da igual, porque yo sé que es una mentira.
- A mí igual. –dije. Pero mentí al mismo tiempo que dije la verdad. No me gustaría tener cualquier tipo de relación con Calvin.

Saturday, January 2, 2010

Capítulo 8: Joe Háblame

Un día nuevo. Quedan pocos días para que acabe el colegio, y ya me inscribí en el acto de fin de año. Actúo sola, bueno de mi curso somos varias, pero mis compañeras no me caen muy bien, sino mal. Me llevo con cinco creo, y con todos los hombres.
Joe no se había inscrito. Mi vida apestaba, tanto que hice una lista de las cosas que habían hecho que mi vida fuera así:

¿Lo ven? Pero no entiendo por qué Joe está enojado conmigo, por qué no me habla. Es que ni siquiera tenemos una relación, somos simples amigos se supone. Para mi no, yo lo quiero como algo más, pero no creo que él me quiera de tal manera.
Vi a Joe caminando en frente mío y no me miró si quiera. Fui a su lado y le golpee la espalda. No soportaba más que me ignorara durante dos días.
- ¿Qué te pasa? –alegó.
- ¿Qué me pasa? ¿Qué te pasa a ti? –le grité de vuelta.
- ¿Por…qué la… pre-pregunta? –tartamudeó. ¿Por qué tartamudea? Sería realmente raro que se pusiera nervioso. Pero por mí.
- Es que… me preocupa tu comportamiento ante mí. –me puse nerviosa, y volvió la chica tomate.
- ¿Mi comportamiento? Dime si el tuyo es normal. –me dijo de manera fría. Le iba a responder pero sonó el famoso timbre. –Nos vemos.
- Sí, nos… vemos.
- ¡LUCY, ESPERA! –gritó.
¿Lucy? ¿Quién es Lucy? Ay, no. Esa no se va a poner en medio de mí camino hacia el corazón de Joe. Él es mío, no es de nadie más, sin contar su familia.
Fui a clases de… sí, adivinaron, con la bruja Rocío. Estuvieron aburridas como siempre, y también fui al castigo, lo usual.
En el castigo estaba… Joe conversando con la tal Lucy. Me miraba a cada rato, Joe, y yo no podía quitar mi mirada asesina de Lucy, hasta que Joe llegó a sentarse en frente mío.
- ¿Qué sucede, Claire? –me preguntó amablemente. -¿Por qué nos mirabas a cada rato? No estás celosa, ¿o sí?
- ¡Pff! ¿Celosa? ¿Celosa, yo? ¡Pff! ¡Pff! –estaba mintiendo, creo que Joe se dio cuenta, porque no sé mentir.
- Tú no me engañas, Claire. –me dijo riendo, tal vez sí sabía que yo no sabía mentir. –Me tengo que ir. –y se despidió con un beso en mi mejilla, pero yo no le di nada de besitos, ni abracitos. Estaba muy enfadada.
Tal vez exagero un poco mucho. La pena es que vive a tres cuadras de mi casa, y la mayoría de las veces me lo encuentro. Antes no me miraba, y ahora no lo veo porque ya no lo encuentro tantas veces como antes, ya que no voy al mismo centro comercial que antes.
Pelee tanto para que Joe me hablara, y esa simple discusión hizo que tal cosa sucediera. No lo puedo creer. Yo quería que fuera más dramático, para que hubiera ese beso tipo película al final de todo, pero parece que no es así en mi mundo. Al pensar en eso di un suspiro algo fuerte, porque toda la clase me miró fijamente.
- Claire, ¿terminaste? –iba a responder pero alguien toco la puerta, es decir: SALVADA.- ¡Pase!
- Hola profesora. ¿Cómo está? –era Matt, el compañero de curso de Joe. Era uno de sus mejores amigos supongo, ya que estaban peor que poto y calzón.
Matt había ido a entregar la lista. No sé por qué no me mandaron a mí, si yo soy la encargada. Es raro. Desde que hablé con Joe han pasado cosas extrañas… como esto. “Claire” ¿qué pasa conciencia? “Solo ha pasado una”, bueno sí, pero da igual.
- ¿Entonces, Claire?
- Entonces… ¿Qué? -¿de qué está hablando ahora la señora esa?
- La respuesta a mi pregunta. Supongo que me escuchaste, Claire.
- Amm… yo… -y justo sonó el timbre. ¡Bien! Siempre me salva el timbre que tanto odio. Timbre, ya te estoy queriendo.

Capítulo 7: Trágame Tierra

No estaba segura si debía explicarle a Joe lo sucedido con el tonto de Calvin. Parecería una desesperada, o una loca por él. No quiero que piense eso. No le voy a dirigir la palabra a nadie hoy, con suerte a mis amigas. Hablaré con Selina, haber qué me dice, y conversaremos o trataré de conversar con ella en educación física. Le contaré todo, con lujo y detalle. Ojalá que a Calvin le roben un beso y esa chica a Calvin no le agrade, para que sepa qué se siente cuando un chico que no te agrada para nada te besa.
Esto tal vez suene extraño, pero ese beso no estuvo mal. Pero aún así, no me gusta Calvin. Es alguien tan extraño.
También se habrán preguntado donde estaba Laura, pero ella no pudo venir, entonces por eso pasó el incidente. No digo que haya sido por Lau, pero no hubiera pasado, pero lo malo es que sí sucedió. Me hubiera encantado, como a cualquier chica, darme ese beso en el puesto de Calvin, con Joe.
Iba caminando en el pasillo del cole como todos los días. Este día quería desaparecer. Odio a Calvin con todo mi ser, solamente por ese beso. Calvin me vio y escondió la cabeza, era obvio, yo le lancé una mirada asesina, y al parecer se asustó.
- Claire, ¿estás bien? Es decir, no tienes buena cara. –me dijo Selina en el camino con cara de preocupación. –Además, ¿por qué miras a Carlitos así?
- Calvin, se llama Calvin. Es porque no lo quiero ni mirar. No te has enterado de lo que me hizo, ¿verdad?
- Al parecer no. ¿Qué es? ¿Qué te hizo? Se las va a ver con Ave y Palta –dijo señalando sus puños.
- ¿”Ave” y “Palta”? ¿Es en serio? ¿”Ave” y “Palta”? –que amiga más rara. Si sé que su pan favorito es de ave y palta, pero ponerle a sus puños así es demasiada fascinación con ese pan.
- Sí, bueno, es que es mi pan favorito -¿ven? –Entonces, ¿me vas a contar?
- Sí. Mira, esto es lo que pasó… -y le conté todo lo que debió haber sabido antes.
Selina quedó choqueada, pero después empezó a insultar a Calvin y eso me dio demasiada risa. Llegamos a clases de Matemáticas y Karla, la profesora, nos miró desafiante, y después nos preguntó por qué estábamos paradas y con la mirada fija en ella, y después nos pidió que nos sentáramos.
La profesora empezó a pasar lista, y yo era la penúltima, entonces estaba tonteando mientras la pasaban. También yo era la que la iba a buscar y a dejar. Me paseaba, y de vez en cuando, iba al baño a ver cómo lucía.
- Listo. Claire, la lista. –dijo Karla.
- Ya voy. –dije sin ánimo como siempre. Odio este trabajo.
Iba caminando como un día normal, y adivinen con quién me encontré. Sí, a Calvin. ¿Por qué me sigue? Parece sicópata el chico este. ¿Qué no entiende? Al parecer no entiende nada. ¿Será tonto o idiota? ¿No sabe que NO me interesa?
- Hola Claire. ¿Cómo estás? –me dijo muy amablemente.
- ¿Sabes? No. ¿No soy obvia? Es decir, me besaste, no me gustas, y ¿crees que voy a estar bien? –le dije fríamente para que sienta la ira y cuán mal me cae.
- Amm… no lo sé. Yo estoy bien. Y que pena que no te guste, eso es lo que yo creí. ¿Por qué te dejaste besar, si no te gustaba? –tiene razón.
- Te empujé, entonces NO ME DEJÉ.
- Sí… perdón.
- ¿Qué? –quedé sorprendida. Nunca pensé que me diría eso.
- Perdón, disculpa. Lo que hice estuvo muy mal, nunca debí… hacerlo.
- Está bien. No te preocupes. Gracias a ti ya voy al manicomio.
- ¿Qué? –me dijo sorprendido. Al parecer se la tragó por completo.
- Es broma –dije entre risas. -¿me veo tan loca?
- No -me dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
Ya no odio tanto a Calvin, pero no le voy a dirigir la palabra como antes, sino como si fuera un especie de colega. Saludar, y despedir, eso solamente.

Capítulo 6: Bésame!

Después que pasaron dos semanas de mi confesión hacia Joe, Calvin, el chico nuevo, me trataba tan raro. Él me decía cosas tan lindas, y tiernas… pero siempre he pensado, al menos las últimas semanas, que es alguien tierno.
Mañana Calvin viene a casa, ya que mi hermano lo invitó… no me interesa, yo voy a estar con Laura justo ese viernes de noviembre.
Estaba caminando en el pasillo y alguien me tapa los ojos, traté de adivinar pero no puede al parecer, pero no era ninguno de los que dije, era…
- No Claire, soy Calvin. –oh por Dios. No quiero que me diga nada… quiero escapar, a mi hermano no le gusta para nada que uno de sus amigos coquetee conmigo o que yo con alguno de ellos.
- ¡Calvin! –dije con una voz fingiendo asombro. -¡qué gusto es verte! –todavía fingiendo.
Calvin es guapo y todo, y con unos hermosos ojos azules, pero no es mi tipo. Hay algo en él que no me gusta, y dudo que alguna vez me guste. Pero al parecer yo le gusto. No quiero gustarle… a mí me gusta Joe, y no miento… me gusta y no pienso cambiar de opinión, y ni si quiera lo he pensado.
- Claire, ¡Claire! Despierta… hola –me decía alguien… estoy en clases, Dios Mío, me he quedado pensando o durmiendo despierta. La bruja me va a retar.
- Lau… no puede ser. ¿Me quedé dormida, verdad? –era obvia la respuesta, qué pegunta por Dios.

Al salir de clases, mi hermano le dijo que Lau me dijera que Joe iba a venir a casa también. Al principio me lo tomé con calma, pero grité por dentro tan fuerte que salió un chillido de mi boca y todos me miraron raro y rieron algunos, y se burlaron también algunos. Me emocioné tanto que lo guardé junto a los dibujos que Joe me ha hecho, son tan lindos… “Clay, ¡¿qué crees que pareces cada vez que empiezas a hablar de Joe?! Es decir, pareces una fanática de Nick Jonas o algo parecido”, querida conciencia, a mí me gusta Joe Adam Jonas, no Nick. “Son lo mismo, solo que con distintos nombres”, eso es mentira… bueno algo así, pero Joe tiene bigote y Nick, NO.
Al llegar a mi casa me duché y me vestí con un vestido verde de playa mas o menos, y me arreglé, me peiné como nunca y me puse un brillito de labios. Mi hermano pensó que iba a visitar a la Reina de Inglaterra, por lo tan arreglada que estaba, entonces me puse un poco más natural.
A las 5:27:36, llegó Joe y bajé, bueno ahora acaba de llegar, entonces se le agregan unos segunditos más. ¡Ay no! Vino con Calvin. No quiero bajar, pero a la vez sí, porque está Joe. “Baja es tu oportunidad, Claire”, lo sé, eso haré.
- ¡Hola Joe!
- Hola –me dijo Calvin, entonces no me emocioné.
- Hola –y nos saludamos con un beso en la mejilla, ese fue Joe.
- Te ves hermosa –me dijeron ambos al mismo tiempo y después se miraron como diciendo solo con la mirada “¿qué haces?”.
- Gracias.
Les dejé que pasaran, pero sin querer le cerré la puerta en la cara a mi hermano. Mi hermano se llama Anthony, y es lindo… no es que me guste, eso sería raro.
Estaba tan aburrida que me fui a sentar al patio de mi casa. Sentí un ruido, y unos pasos, supe que alguien vendría, pero era Calvin. Estuvimos un rato largo hablando, pero de repente pasó algo que nunca debió pasar. Nos besamos. Bueno, en una de esas giré mi cara hacia la suya y me besó, pero no fue nada más que un besito corto de cómo tres segundos, ya que no me soltaba la cara. Yo no lo quise besar, y para más mala suerte la mía, Joe nos miró tras la ventana y estaba choqueado. Después, al ver que yo lo miré modulando un “no”, se fue. Y me escapé y entré a la casa de nuevo, y antes le di a Calvin su merecido: una cachetada fuerte que le dejara la cara roja.

Capítulo 5: ¿Qué pasa?

Al día siguiente, es decir, hoy, Joe no me ha hablado ni en el pasillo de cambios de horas de clases. ¿Qué pasará con él hoy? Dudo que le haya llegado el famoso periodo, ya sé que es absurdo pero hay de todo en este mundo, aunque sí, es verdad, es un chico y lo dudo. Pero sigo pensando que está en sus días “R” Ripley, no la regla, si no algo irritado.
María no vino hoy, pero sí vino Laura y Selina, pero Selina se va a retirar. Entonces quedo con Laura.
- Hola Lau –se veía premuerta. Al parecer estaba un poco…
- Estoy enferma. Me siento pésimo. –me dijo con la voz gangosa.
- ¿Te acompaño a la enfermería?
- Por… ¡achú! –qué asco, esta me acaba de escupir saliva y echar todos sus mocos a mi cara. Atiné a solo decirle “salud”, pero qué asco. –Perdón y gracias. Por favor.
La acompañé a la enfermería, y la enfermera era nueva y tenía un asistente. Sí, adivinaron, era guapo. Pero al parecer no es su asistente, si no su como familiar, o tal vez… NO, dudo que sean novios, la enfermera tiene como 47 años y él 14 o 15 años.
- Hola, ¿qué pasa? –es obvio, ¿qué acaso la cara muerta que tiene mi amiga no explica nada?
- Ammm… creo, pero algo me dice que se siente mal. ¿Será su voz, o porque está pálida? –qué pesado mi tono, hasta Lau me miró con cara de “hey, no seas así, discúlpate”, y después volvió a su estado “normal”, en realidad el de enferma, pero por favor. –disculpe, es que es algo obvio.
- No se preocupe señorita… Johnson -¿cómo sabe mi nombre? Oh, se me olvido quitarme el pase de autobús colgando de mi cuello.
La enfermera me pidió que acompañara al chico nuevo a clases de matemáticas, y tuve qué. En todo el camino de 10 o 20 pasos no hablamos, ni siquiera un gracias de su parte al llegar, me sentí muy… como es la palabra… muy faltada de respeto, un gracias no es tan difícil. Es difícil hablarle a Joe, ese sí que está raro hoy. Ojalá que hoy por lo menos una vez hable con él, si no, el plan de María no va a funcionar.
Hablando de Joe…
- Hola, Claire. –me dijo con su voz desanimada… qué raro, la última vez me lo dijo de forma tan… activa.
- Amm… ¿te sientes…?
- ¿Bien?, sí, gracias por preguntar. –me dijo fríamente. ¿Será que por mi comportamiento nervioso lo arruiné todo? O ¿sólo ser… yo?
- Joe… tú NO eres así, tu eres…-y otra vez me interrumpió.
- Ese Joe que dices, es el falso Joe. ¿Sabes por qué terminé con Ella?
- Bueno, por que ya no te…
- Porque gracias al maldito destino…
- Oh… eso es…
- Malo, y bueno. Me hizo abrir los ojos, y –antes de que continuara le dije que tenía mugre en el ojo izquierdo, y continuó después. –Gracias. Bueno y me abrió los ojos, ya que vi a una bella chica inteligente, cosa que es bueno. Pero lo malo es que Ella no quiere ser mi amiga si quiera, y yo la quería mucho, no la quería herir, y que aquella chica no me habla casi, y se sonroja cada vez que la miro, ya que se enoja de verme… -idiota, tu le gustas.
- Wow… amm… ¿quieres que te…?
- ¡ACONCÉJAME CLARA!, digo Claire. –iba a decir algo pero ese estúpido me interrumpió, y no se sintió muy gustoso. Entonces le dije lo que tuve que decir al inicio de esta conversación:
- ¡JOE! ¡Oye, yo existo y quiero decir cosas pero tu no me dejas, ¿por qué? Por tu problema con Ella, tu ex! ¡Acéptalo, ella no es para ti, y no sé si te has dado cuenta, pero hay chicas muy lindas que están completamente enamoradas de ti sin conocerte, bueno en el fondo eres como su amor platónico, porque eres un chico listo, guapo, alto y un Aaron Johnson 2!
Joe quedó choqueado después de mis palabras. No sabía dónde meterme. Dije lo que yo quería y sabía de él, todo en su cara. Hay que ser valiente para hacer eso.
El primer paso del papel está en proceso. Ahora mismo me quiero hundir bajo la tierra, no puede ser que me esté pasando esto.
- ¿Me crees así? –dijo Joe… con voz picarona.
- Bueno yo… yo no, mis amigas te creen guapo, pero no te ilusiones, no le gustas a ninguna de ellas. –mentí. Mentirle al amor de mi vida es un sacrificio ya, tanto, que me desmayé al decir lo último, y no recuerdo nada más.
Al rato estaba en la enfermería y Joe estaba allí conversando con María y Laura. Creo que vinieron para ver cómo estaba. Me dolía todo, desde los pies hasta la cabeza. Desperté, pero quería seguir escuchando el interrogatorio que le hacían al pobre de Joe. Calvin, estaba más que preocupado, y conversaba con mi hermano. Joe decía que yo tenía dolor de cabeza cuando empezamos a hablar, pero eso es mentira. Estoy atrapada en otra, y voy a tener que seguir el juego para protegerlo… o protegerme de mí misma.
Joe, al ver que desperté, dio un salto y vino a verme y hablarme. Todos pidieron que nos dejaran a solas… bueno María de dijo a Laura que dijera que, ambas mejor dicho, dijeran que salieran y que ellos dos son los del problema y que tenían que hablar solos, es decir nosotros dos.
- ¿Joe? –dije fingiendo estar mal. No me sentía tan mal como para actuar así. -¿estoy bien? Digo… este pito feo me va a dejar sorda tal y como lo hace el timbre del colegio.
- Sí… creo –lo dijo entre risas. –estas en la clínica ¿qué esperabas? –¿en la clínica? Pensé que estaba en la enfermería. Con razón la enfermera no se parecía a la otra.
- Uff, no sé qué me pasó…
- Me dijiste lo que supuestamente piensan tus amigas de mí. Y creo que también entraste en un ataque de nervios.
¡Ay no! Creo que sí me acuerdo. Le dije a Joe todo, literalmente todo lo que yo pienso de él. ¡QUÉ HORROR!