Después de cenar fui a mi habitación y estaba completamente ordenada, cosa que no se veía todos los días. Creo que mi mamá contrató a una nueva señora que hace el aseo. La anterior tenía muchos problemas, era adolescente, había que comprenderla, solo tenía 16 años.
En el famoso papel decía:
Ok… etapa uno sin completar. Mañana me saludará, espero, y continuaré la conversación. Ojalá que Joe sea igual a Jeremy y Andrés. Ellos fueron conquistados así.
Ya rompí la regla número dos, me puse nerviosa, y no creo que sea solo un chico, es decir, es Joseph Kelly O’Donnel. Sí Kelly, ese nombre lo arruina todo, ¿no podía tener otro nombre cómo Adam? No, eso sería muy Jonas Brothers, y me choquearía, ya que me gusta Joseph Adam Jonas.
Me fui a acostar, obviamente me duché antes y etc. Mañana el plan inicia y estoy preparada.
Thursday, December 24, 2009
Tuesday, December 22, 2009
Capítulo 3: Conociendo a Joe
Después de su ruptura, al siguiente día Joe actuaba normal, pero Cruella, quiero decir Ella, no… ella lloraba a cántaros, tenía a los siete mares en sus ojos, tanto que la escuela casi se inunda. No soportaba, y creo que nadie, aparte de Lenna, su “mejor amiga”, sus gritos de ira por los pasillos. Lenna le decía que ella era mucho para él, pero es muy poco, ¿no que las amigas se dicen la verdad? ¡Qué mala amiga es Lenna!
- Hola, ¿Clara verdad? – dijo alguien con un tono de voz muy familiar.
- No, soy Claire. –miré hacia arriba, y vi a Joe. Joe hablándome por primera vez en su vida, después de pasar como la niña invisible, y soñar con este momento y siempre, no sé por qué, y es un misterio, pero siempre en frente de él pasaba lo peor de mí, y ahora me está hablando.
- Oh, sí, eso. ¿Cómo estás, Claire? –cuando dijo, bueno preguntó eso, me sonrojé más que de costumbre, que ya me conocían como la chica tomate… bueno NO, pero yo si me digo así a mi misma.
- Bien… ¿y…tú? –¿tartamudeo?¿tan nerviosa estoy? No puede ser, no soy de las chicas nerviosas… pensando en eso se vino un flash back y vi todos mis momentos de nervios:
(En la escuela; 7 de Julio, 2000)
- ¡Canta, Claire, canta! –estaba paralizada, no sabía qué hacer.
(En la fiesta de Jeremy; 3 de Mayo, 2005)
- ¿Quieres bailar, Claire? –me había pedido Jeremy y Joe al mismo tiempo, y me desmayé.
(En mi cumpleaños; 23 de Diciembre, 2008)
- ¡…Qué los cumplas feliz…! –y todos habían terminado de cantar y fueron tantos los nervios que pegué mi rostro a la torta.
(VOLVIENDO A LA TIERRA)
Lo anterior:
- Bien…¿y…tú?
- Muy bien también, gracias. – de nada… “idiota, ¿no ves que pareces una babosa mirándolo así?”, no creo que lo note.
- ¿Estás bien? –Lo notó.
- Sí, sí… no te preocupes. Siempre soy así. –dije con una risita entre medio. “duuhh!!”, oye conciencia, NO SEAS ASÍ CONMIGO.
Joe, no supo como reaccionar a mi extraño comportamiento, y se fue. Conciencia, me tienes que ayudar más, no puedo sola. Le voy a pedir un consejo a María, la de las experiencias.
- Hola Mar
- Hola, ¿me ayudas? –es que llevaba muchos libros, para qué… no se.
- Sí, no te preocupes. Oye, ¿qué haces para conquistar a un chico?
- Todavía por Joe, ¿verdad?
- Hey, es lindo, guapo, inteligente y muy simpático… y se ríe cuando está con migo.
- ¿contigo o de ti? –buena pregunta. No lo sé, puede ser de mí tal vez, cada cosa que hago es cada vez más humillante. O tal vez de mis bromas, o sólo sonríe de una forma demasiado forzada que le salen hasta pequeñísimas risitas, demasiado diminutas… está bien grandes risas.
- No lo sé.
- Esto es lo que debes hacer. –lo anotó todo en un papel, en el cuál decía qué debía hacer y cómo. Lo tomé, dije gracias y me dije : Mañana lo empiezo a leer.
- Hola, ¿Clara verdad? – dijo alguien con un tono de voz muy familiar.
- No, soy Claire. –miré hacia arriba, y vi a Joe. Joe hablándome por primera vez en su vida, después de pasar como la niña invisible, y soñar con este momento y siempre, no sé por qué, y es un misterio, pero siempre en frente de él pasaba lo peor de mí, y ahora me está hablando.
- Oh, sí, eso. ¿Cómo estás, Claire? –cuando dijo, bueno preguntó eso, me sonrojé más que de costumbre, que ya me conocían como la chica tomate… bueno NO, pero yo si me digo así a mi misma.
- Bien… ¿y…tú? –¿tartamudeo?¿tan nerviosa estoy? No puede ser, no soy de las chicas nerviosas… pensando en eso se vino un flash back y vi todos mis momentos de nervios:
(En la escuela; 7 de Julio, 2000)
- ¡Canta, Claire, canta! –estaba paralizada, no sabía qué hacer.
(En la fiesta de Jeremy; 3 de Mayo, 2005)
- ¿Quieres bailar, Claire? –me había pedido Jeremy y Joe al mismo tiempo, y me desmayé.
(En mi cumpleaños; 23 de Diciembre, 2008)
- ¡…Qué los cumplas feliz…! –y todos habían terminado de cantar y fueron tantos los nervios que pegué mi rostro a la torta.
(VOLVIENDO A LA TIERRA)
Lo anterior:
- Bien…¿y…tú?
- Muy bien también, gracias. – de nada… “idiota, ¿no ves que pareces una babosa mirándolo así?”, no creo que lo note.
- ¿Estás bien? –Lo notó.
- Sí, sí… no te preocupes. Siempre soy así. –dije con una risita entre medio. “duuhh!!”, oye conciencia, NO SEAS ASÍ CONMIGO.
Joe, no supo como reaccionar a mi extraño comportamiento, y se fue. Conciencia, me tienes que ayudar más, no puedo sola. Le voy a pedir un consejo a María, la de las experiencias.
- Hola Mar
- Hola, ¿me ayudas? –es que llevaba muchos libros, para qué… no se.
- Sí, no te preocupes. Oye, ¿qué haces para conquistar a un chico?
- Todavía por Joe, ¿verdad?
- Hey, es lindo, guapo, inteligente y muy simpático… y se ríe cuando está con migo.
- ¿contigo o de ti? –buena pregunta. No lo sé, puede ser de mí tal vez, cada cosa que hago es cada vez más humillante. O tal vez de mis bromas, o sólo sonríe de una forma demasiado forzada que le salen hasta pequeñísimas risitas, demasiado diminutas… está bien grandes risas.
- No lo sé.
- Esto es lo que debes hacer. –lo anotó todo en un papel, en el cuál decía qué debía hacer y cómo. Lo tomé, dije gracias y me dije : Mañana lo empiezo a leer.
Capítulo 2: El Castigo
Ya se sentía el ruido de la sala de castigados, pero… esperen es la de música, perdón. Suenan exactamente igual ¿ok? Ya llegué, pero estaba vacío. Qué raro, siempre está lleno. Creo que soy la primera castigada, o tal vez me confundí de sala.
- Hola Claire – dijo Berta, la profesora, o cuidadora de los castigados.
- Hola Ber, ¿qué tal?
Y así comenzó nuestra conversación. Berta tenía 26 años, entonces nos entendíamos. Nos contábamos sobre experiencias, bueno yo no de amor, pero ella sí, y me decía que casi todos los chicos son idiotas, pero bueno…
Conversamos hasta que llego el chico de las manos suaves, Joe… que lindo es… ¡BABOSA! Cállate estúpida conciencia. No eres un huésped como en el libro de Stephenie Meyer el huésped, ¿o sí? ¡Chan, chan!
- Hola Berta…
- ¿Otro más? Es el segundo castigo que te dan en la semana Joe –dijo Berta algo preocupada. Es malo que te castiguen dos días a la semana, en mi cole al tercero te echan, bueno suspenden.
- Si… es complicado. – dije.
- ¿Te han suspendido ya? – preguntó Joe.
- Si… ¡qué! No, para nada… me refiero a estar castigado –qué vergüenza –es malo, muy malo y…
- Pero se pasa bien. –¿perdón? Me interrumpió el chico de mis sueños… ¡SÍ! ¿o no? No… eso no está bien.
Pasaron horas, e intentaba tratar de tener una linda conversación con Joe, pero es tan difícil. ¿De qué se suponía qué le debía hablar? Tenía que ser algo interesante, algo que le pusiera un tema y nunca terminara nuestra conversación, algo como… como… ¿CÓMO QUÉ?
- ¿Te gusta… venir… al cole?…¿Joe? –creí que tenía que ser interesante, pero me salen cosas tan bobas de mi boca y mente… aunque creo que mi corazón (qué cursi) dice que estuvo bien…
- Amm… creo que sí. ¿Por qué?
- No lo sé… curiosidad. –idiota, cómo digo cosas sin sentido, por qué es tan difícil hablarle al chico de tus sueños, si es tan fácil mirar todo lo que hace… a excepción de cosas personales, saben a lo que me refiero.
Al rato comenzamos a hablar de cosas que nos gustaban mutuamente, como de comida, colores… etc. Todo tan tierno… hasta qué… llegó su NOVIA.
- Hola guapo –dijo ella acariciando su cabello, al igual que su cara, con sus manos recién salidas de la manicura. Se llama ELLA en verdad, y se pronuncia ELA, pero da igual… italiana, rubia, alta, flaca… también eres acaso ¿90°, 60°, 90°?
- Hola… Ella, tenemos que hablar. –las palabras mágicas y crueles, las más crueles del mundo “TENEMOS QUE HABLAR”. Eso quiere decir “TENEMOS QUE TERMINAR”, en resumen, porque siempre cuando una pareja rompe se demoran años en decir TERMINAMOS, lo dicen en millones de palabras.
- Amm… Joe, ¿esto no es lo que creo verdad? –estaban fuera de la sala del… CASTIGO, conversando… estoy escuchando mientras.
- Lo siento, sé que te va a doler, pero no quiero que terminemos mal –¿lo ven? Exacto, están terminando.
- ¿Me… estás… ter…terminan…? –sí niña, te terminan.
- Sí, terminando. Perdón, ya no me gustas, ya no siento lo mismo. –la esta lo quiso besar, pero Joe corrió la cara (OH POR DIOS). Bueno y después dijo algo más que no entendí, que era algo con la palabra “CHICA”.
- Hola Claire – dijo Berta, la profesora, o cuidadora de los castigados.
- Hola Ber, ¿qué tal?
Y así comenzó nuestra conversación. Berta tenía 26 años, entonces nos entendíamos. Nos contábamos sobre experiencias, bueno yo no de amor, pero ella sí, y me decía que casi todos los chicos son idiotas, pero bueno…
Conversamos hasta que llego el chico de las manos suaves, Joe… que lindo es… ¡BABOSA! Cállate estúpida conciencia. No eres un huésped como en el libro de Stephenie Meyer el huésped, ¿o sí? ¡Chan, chan!
- Hola Berta…
- ¿Otro más? Es el segundo castigo que te dan en la semana Joe –dijo Berta algo preocupada. Es malo que te castiguen dos días a la semana, en mi cole al tercero te echan, bueno suspenden.
- Si… es complicado. – dije.
- ¿Te han suspendido ya? – preguntó Joe.
- Si… ¡qué! No, para nada… me refiero a estar castigado –qué vergüenza –es malo, muy malo y…
- Pero se pasa bien. –¿perdón? Me interrumpió el chico de mis sueños… ¡SÍ! ¿o no? No… eso no está bien.
Pasaron horas, e intentaba tratar de tener una linda conversación con Joe, pero es tan difícil. ¿De qué se suponía qué le debía hablar? Tenía que ser algo interesante, algo que le pusiera un tema y nunca terminara nuestra conversación, algo como… como… ¿CÓMO QUÉ?
- ¿Te gusta… venir… al cole?…¿Joe? –creí que tenía que ser interesante, pero me salen cosas tan bobas de mi boca y mente… aunque creo que mi corazón (qué cursi) dice que estuvo bien…
- Amm… creo que sí. ¿Por qué?
- No lo sé… curiosidad. –idiota, cómo digo cosas sin sentido, por qué es tan difícil hablarle al chico de tus sueños, si es tan fácil mirar todo lo que hace… a excepción de cosas personales, saben a lo que me refiero.
Al rato comenzamos a hablar de cosas que nos gustaban mutuamente, como de comida, colores… etc. Todo tan tierno… hasta qué… llegó su NOVIA.
- Hola guapo –dijo ella acariciando su cabello, al igual que su cara, con sus manos recién salidas de la manicura. Se llama ELLA en verdad, y se pronuncia ELA, pero da igual… italiana, rubia, alta, flaca… también eres acaso ¿90°, 60°, 90°?
- Hola… Ella, tenemos que hablar. –las palabras mágicas y crueles, las más crueles del mundo “TENEMOS QUE HABLAR”. Eso quiere decir “TENEMOS QUE TERMINAR”, en resumen, porque siempre cuando una pareja rompe se demoran años en decir TERMINAMOS, lo dicen en millones de palabras.
- Amm… Joe, ¿esto no es lo que creo verdad? –estaban fuera de la sala del… CASTIGO, conversando… estoy escuchando mientras.
- Lo siento, sé que te va a doler, pero no quiero que terminemos mal –¿lo ven? Exacto, están terminando.
- ¿Me… estás… ter…terminan…? –sí niña, te terminan.
- Sí, terminando. Perdón, ya no me gustas, ya no siento lo mismo. –la esta lo quiso besar, pero Joe corrió la cara (OH POR DIOS). Bueno y después dijo algo más que no entendí, que era algo con la palabra “CHICA”.
Capítulo 1: Un sueño extraño
Mi nombre es Claire, y vivo en Los Ángeles. Tengo 14 años y un novio de 15 años, 1 año mayor que yo. No sé cómo se fijó en mí. Tengo un cabello feo de color café oscuro que llega a parecer negro, y ojos muy comunes: cafés.
Se llama Joseph, 15, y es de 1,75 y es flaco, lindo y con cabello negro y ojos claros; él es muy parecido a Aaron Johnson. Lo quiero y espero no perderlo.- Claire, me voy… por un tiempo es corto. No te olvidaré.
- Joe, no te puedes ir. Nuestra relación acaba de empezar, y tengo mucho que contarte de mi vida. Quiero… conocerte más.
“Aaaaaaaaaaah!!!!!!!” grité. Uff, qué sueño más raro, ¿yo y Joseph? No puedo estar más desesperada. Estoy loca de amor por él. Es tan lindo, su cabello, ojos, cuerpo, cara… todo en él se ve y es perfecto. ¡Cállate! No, es que… ¿conciencia? Estoy hablando sola, eso NO ES NORMAL. Ugh, adiós conciencia, hola infier… escuela.
Todos se saludaban entre sí, y yo con nadie, a excepción de mis amigas: Laura, María y Selina. Laura, era la más sonriente de todas, pero no tan rara de sonreír todo el tiempo y mirarte fijamente y asustarse (experiencia propia), es tierna y simpática; María, es la inteligente del cuarteto, pero no es de las que son diccionarios humanos o algo así… que terror; Selina, mi mejor, mejor amiga, es simpática y me comprende y nos contamos muchos secretos, y está loca por el hermano de 16 años de Joe. ¿Y quién soy yo? Soy la tierna, simpática, bueno de todo un poco, pero la de más experiencias, omitiendo besos y relaciones, esa es María.
- ¡Hola Clay! – así me dicen todas.
- ¡Lau! ¿cómo estás?
- Muy bien, te tengo que contar todo lo del verano 2010.
- ¿Chicos?
- ¡Y más! – y empezamos a reír como imbéciles literalmente… conociendo a Laura, es guapo y hay besos dentro de aquella historia de verano. Ya sé que dije que la de las experiencias es María, pero en realidad son ambas a partir de este verano, después Sel y yo comprenderemos y no nos dará asco ver esas escenas.
Aquí viene María con Selina, conversando (que novedad…) y riendo (que raro…). María con su pelo corto, anaranjado, ropa rosada con blanco, y Selina con su perfume de AGATHA RUIZ DE LA PRADA de “OH LA LA”, y vestida con un estilo moderno y lindo: zapatillas, jeans blancos y polera.
- Hola chicas, ¿qué cuentan? – nada en realidad María, pero es lo que hay…
- ¡Muchas cosas! Ayer soñé con Mike… – es el nombre secreto que tenemos entre nosotras para hablar de Joe.
- ¿Y qué soñaste? Cuéntamelo todo. – se los conté todo con lujo y detalle, y gritaron de la emoción, e incluso yo.
Ya sonó el timbre para entrar a clases. Nos deberían poner canciones, música en vez de un timbre que me puede dejar sorda.
Choqué con alguien mientras caminaba y esto fue lo que pasó (no se rian es vergonzoso):
- Ay – dije, me choqué con alguien y estoy en el piso más sucio del mundo. Al lado del basurero, que mala suerte.
- Perdón – dijo el… ¿chico? ¿una mano? ¿es broma?
- ¿Te ayudo? – dijo entre risas.
- Que vergüenza – murmuré – sí, amm… gracias. – tiene manos suaves, y calientes, que lindas y tiene una mancha en su mano… ¿quién es en todo caso?
- No uso crema, si es lo que piensas. – dijo más entre risas todavía – ¿me… sueltas?
- Sí, claro, perdón. Mejor me voy a clases. Adiós.
¿Lo ven? VER-GON-ZO-SO, hasta a mí me di vergüenza ajena, A MÍ. Tocar sus manos y pensar en que tiene una mancha y saber que el chico era Joe… ¡¿era JOE?! Oh, por Dios. Ahora si que me desespero, Joe el chico que me gusta, un año mayor que yo y guapo, Y ME DIO SU MANO. Esto se lo voy a contar a mis amigas… después de que termine de hablar la bruja de profesora: Rocío (música terrorífica).
- Señorita Johnson ¿cuánto es… - ¿qué? Ni siquiera se cuanto es dos más dos, y quiere que sepa algo que NO entendí.
- ¿Ah? – pregunté; es obvio, no entendí ¡duh!
- ¡Castigada por no prestar atención!
- Pero... – y fui interrumpida…
- Nada de peros señorita, váyase.
Salí de la sala, y todos me miraban, tal vez por ser yo, o porque tenía algo en la cara, o por el pase a la sala de castigo.
Se llama Joseph, 15, y es de 1,75 y es flaco, lindo y con cabello negro y ojos claros; él es muy parecido a Aaron Johnson. Lo quiero y espero no perderlo.- Claire, me voy… por un tiempo es corto. No te olvidaré.
- Joe, no te puedes ir. Nuestra relación acaba de empezar, y tengo mucho que contarte de mi vida. Quiero… conocerte más.
“Aaaaaaaaaaah!!!!!!!” grité. Uff, qué sueño más raro, ¿yo y Joseph? No puedo estar más desesperada. Estoy loca de amor por él. Es tan lindo, su cabello, ojos, cuerpo, cara… todo en él se ve y es perfecto. ¡Cállate! No, es que… ¿conciencia? Estoy hablando sola, eso NO ES NORMAL. Ugh, adiós conciencia, hola infier… escuela.
Todos se saludaban entre sí, y yo con nadie, a excepción de mis amigas: Laura, María y Selina. Laura, era la más sonriente de todas, pero no tan rara de sonreír todo el tiempo y mirarte fijamente y asustarse (experiencia propia), es tierna y simpática; María, es la inteligente del cuarteto, pero no es de las que son diccionarios humanos o algo así… que terror; Selina, mi mejor, mejor amiga, es simpática y me comprende y nos contamos muchos secretos, y está loca por el hermano de 16 años de Joe. ¿Y quién soy yo? Soy la tierna, simpática, bueno de todo un poco, pero la de más experiencias, omitiendo besos y relaciones, esa es María.
- ¡Hola Clay! – así me dicen todas.
- ¡Lau! ¿cómo estás?
- Muy bien, te tengo que contar todo lo del verano 2010.
- ¿Chicos?
- ¡Y más! – y empezamos a reír como imbéciles literalmente… conociendo a Laura, es guapo y hay besos dentro de aquella historia de verano. Ya sé que dije que la de las experiencias es María, pero en realidad son ambas a partir de este verano, después Sel y yo comprenderemos y no nos dará asco ver esas escenas.
Aquí viene María con Selina, conversando (que novedad…) y riendo (que raro…). María con su pelo corto, anaranjado, ropa rosada con blanco, y Selina con su perfume de AGATHA RUIZ DE LA PRADA de “OH LA LA”, y vestida con un estilo moderno y lindo: zapatillas, jeans blancos y polera.
- Hola chicas, ¿qué cuentan? – nada en realidad María, pero es lo que hay…
- ¡Muchas cosas! Ayer soñé con Mike… – es el nombre secreto que tenemos entre nosotras para hablar de Joe.
- ¿Y qué soñaste? Cuéntamelo todo. – se los conté todo con lujo y detalle, y gritaron de la emoción, e incluso yo.
Ya sonó el timbre para entrar a clases. Nos deberían poner canciones, música en vez de un timbre que me puede dejar sorda.
Choqué con alguien mientras caminaba y esto fue lo que pasó (no se rian es vergonzoso):
- Ay – dije, me choqué con alguien y estoy en el piso más sucio del mundo. Al lado del basurero, que mala suerte.
- Perdón – dijo el… ¿chico? ¿una mano? ¿es broma?
- ¿Te ayudo? – dijo entre risas.
- Que vergüenza – murmuré – sí, amm… gracias. – tiene manos suaves, y calientes, que lindas y tiene una mancha en su mano… ¿quién es en todo caso?
- No uso crema, si es lo que piensas. – dijo más entre risas todavía – ¿me… sueltas?
- Sí, claro, perdón. Mejor me voy a clases. Adiós.
¿Lo ven? VER-GON-ZO-SO, hasta a mí me di vergüenza ajena, A MÍ. Tocar sus manos y pensar en que tiene una mancha y saber que el chico era Joe… ¡¿era JOE?! Oh, por Dios. Ahora si que me desespero, Joe el chico que me gusta, un año mayor que yo y guapo, Y ME DIO SU MANO. Esto se lo voy a contar a mis amigas… después de que termine de hablar la bruja de profesora: Rocío (música terrorífica).
- Señorita Johnson ¿cuánto es… - ¿qué? Ni siquiera se cuanto es dos más dos, y quiere que sepa algo que NO entendí.
- ¿Ah? – pregunté; es obvio, no entendí ¡duh!
- ¡Castigada por no prestar atención!
- Pero... – y fui interrumpida…
- Nada de peros señorita, váyase.
Salí de la sala, y todos me miraban, tal vez por ser yo, o porque tenía algo en la cara, o por el pase a la sala de castigo.
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